HABLANDO DE HUEVOS EN UN PAÍS HUEVÓN

Ve, te vendo un huevo. ¿Y qué quieres que haga con un huevo vendado? No sefff, de algo ha de servir si es que no da para tortilla o algo revuelto.

2022-12-28T08:00:00.0000000Z

El Comercio (Ecuador)

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ESPECIAL DE INOCENTES

Justo en estos tiempos en los que el trabajo escasea, las oportunidades son más ausentes que el Vicepresidente. El país camina más enclenque que el titular de la nación y la mayoría no tiene ni para poner un huevo en la sartén. El Primer Mandatario de la nación y el eterno líder cantonal de Guayaquil empezaron a insultarse y a hablar de huevos, seguramente por abaratar sus discursos pacotilleros. Pusieron esa palabra en sus respectivas bocas... ellos deben estar pensando que todo es a precio de huevo en el Ecuador que, valga la redundancia, a los dos les vale lo mismo. Todo empezó en una entrevista en la que el Guille pidió permiso al entrevistador para hablar malas palabras y preguntarle a Nebot: ¿Por qué no tuvo huevos para lanzarse de candidato? Eso para el Minino del Guayas fue como un patazo en las partes nobles y no demoró en maullar, vía Twitter, diciéndole de todo. Con acento guasmeño y recurriendo a un repetidísimo mensaje bíblico, le pidió que no se fijara en huevos ajenos, sino en la falta de los suyos. Fuerte estuvo el asunto. Siendo justos, a los dos se les debería obligar a cumplir con la penitencia de hacer gárgaras con agua bendita. En qué también irá a parar esa discusión que, de seguir, podría terminar -dadas las circunstancias-, no en un círculo, sino en un óvalo vicioso. De que los míos son más grandes, sí, pero yo tengo más, y otras expresiones que les servirían para que ellos se dividan honores y se saquen un empate. Porque todos sabemos que tanto el uno como el otro son capaces de robarle los huevos al águila. El único perdedor sería el pueblo, que quedaría hecho rompope, ante la risa incontenible del que con los huevos hace malabares allá en un ático belga. Tuvimos, tenemos y tendremos las autoridades que nos merecemos, mientras sigamos escogiendo a dueños de esas lindas bocas. Ni cómo quejarnos de que hablen de huevos delante de tanto incapaz de diferenciar entre tantas perlas. El Neicio Reascos

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